Tú.
Sí, tú.
Sí... tú, la persona que está leyendo esto.
¿Me conoces verdad?
Hemos conversado hace poco, ¿recuerdas?
Pues, quiero agradecerte por escucharme.
Sé que ha sido difícil, yo soy una persona muy complicada. Necesito mucha seguridad antes de dar un paso.
Me conoces bien, sabes mis defectos y virtudes. Sabes lo que me atemoriza y lo que me inspira.
He pensado que algunas veces me has querido mandar al diablo, incluso algunas veces me lo has dicho.
Pero siempre has estado conmigo, a veces a regañadientes, a veces con una sonrisa en el rostro, pero siempre has estado ahí.
Algunas veces sólo has escuchado, algunas veces has intervenido.
Otras veces me has gritado para que entre en razón.
Te lo agradezco mucho.
No soy perfecto, estoy muy lejos de serlo, pero aún así, cuando hablo contigo, siento que sí valgo algo en este mundo.
Siento que si te tengo a mi lado, así fracase, te tendré a mi costado para que me ayudes, escuches o simplemente te quedes en silencio conmigo.
Perdóname si algunas veces no te he valorado.
Perdóname si algunas veces he hecho lo opuesto a lo que me has recomendado.
Perdóname por todo lo que te he hecho pasar en todos estos años.
Quisiera ser un hombro para que tú también te desfogues de tus problemas, porque sé que también los tienes.
Eso te hace aún más especial. Has cargado mi cruz y la tuya por todo este tiempo.
Espero puedas confiar en mí algún día. Quiero ayudarte tanto como me has ayudado a mi.
Siempre me has dicho que no eres un psicólogo pero la verdad es que lo haces mejor de lo que podría hacerlo un verdadero profesional.
Tú bien sabes que he estado en lugares muy oscuros, a veces aún siento que me arrastran un poco.
Pero agradezco al infinito por tenerte conmigo en esta dura batalla.
Prometo hacer mi mejor esfuerzo y hacerte sentir orgulloso.
Perdona que te quite otro momento de tu tiempo, pero sólo quería decirte esto.
Gracias.
Sí, tú.
Sí... tú, la persona que está leyendo esto.
¿Me conoces verdad?
Hemos conversado hace poco, ¿recuerdas?
Pues, quiero agradecerte por escucharme.
Sé que ha sido difícil, yo soy una persona muy complicada. Necesito mucha seguridad antes de dar un paso.
Me conoces bien, sabes mis defectos y virtudes. Sabes lo que me atemoriza y lo que me inspira.
He pensado que algunas veces me has querido mandar al diablo, incluso algunas veces me lo has dicho.
Pero siempre has estado conmigo, a veces a regañadientes, a veces con una sonrisa en el rostro, pero siempre has estado ahí.
Algunas veces sólo has escuchado, algunas veces has intervenido.
Otras veces me has gritado para que entre en razón.
Te lo agradezco mucho.
No soy perfecto, estoy muy lejos de serlo, pero aún así, cuando hablo contigo, siento que sí valgo algo en este mundo.
Siento que si te tengo a mi lado, así fracase, te tendré a mi costado para que me ayudes, escuches o simplemente te quedes en silencio conmigo.
Perdóname si algunas veces no te he valorado.
Perdóname si algunas veces he hecho lo opuesto a lo que me has recomendado.
Perdóname por todo lo que te he hecho pasar en todos estos años.
Quisiera ser un hombro para que tú también te desfogues de tus problemas, porque sé que también los tienes.
Eso te hace aún más especial. Has cargado mi cruz y la tuya por todo este tiempo.
Espero puedas confiar en mí algún día. Quiero ayudarte tanto como me has ayudado a mi.
Siempre me has dicho que no eres un psicólogo pero la verdad es que lo haces mejor de lo que podría hacerlo un verdadero profesional.
Tú bien sabes que he estado en lugares muy oscuros, a veces aún siento que me arrastran un poco.
Pero agradezco al infinito por tenerte conmigo en esta dura batalla.
Prometo hacer mi mejor esfuerzo y hacerte sentir orgulloso.
Perdona que te quite otro momento de tu tiempo, pero sólo quería decirte esto.
Gracias.
(Dedicado a todos los que me han ayudado)
Muy bonita reflexión para todos los que te queremos y apoyamos siempre.
ResponderEliminar