-¿Por qué no me escuchas?-
-¿Por qué no me haces caso?-
-¡No puedes ignorarme para siempre!-
-¡Siempre fui tu amigo en todo este viaje!-
-¡Nunca dejé de confiar en ti!-
-¡Siempre estuve a tu lado!-
-¡No puedes hacerme esto!-
-¡Escúchame!-
-¡DEJA DE IGNORARME!-
-¿¿¿POR QUÉ TE REHÚSAS A ESCUCHARME???-
Adiós, mi buen amigo.
-¿Por qué no me haces caso?-
-¡No puedes ignorarme para siempre!-
-¡Siempre fui tu amigo en todo este viaje!-
-¡Nunca dejé de confiar en ti!-
-¡Siempre estuve a tu lado!-
-¡No puedes hacerme esto!-
-¡Escúchame!-
-¡DEJA DE IGNORARME!-
-¿¿¿POR QUÉ TE REHÚSAS A ESCUCHARME???-
-¡PORQUE NO EXISTES!-
Y así, la voz se enfrentó a una crisis existencial y dejó de hablar para siempre.
Comentarios
Publicar un comentario