Y un día desapareció (mini-historia)

-¿Por qué no me escuchas?-

-¿Por qué no me haces caso?-

-¡No puedes ignorarme para siempre!-


-¡Siempre fui tu amigo en todo este viaje!-

-¡Nunca dejé de confiar en ti!-

-¡Siempre estuve a tu lado!-

-¡No puedes hacerme esto!-

-¡Escúchame!-


-¡DEJA DE IGNORARME!-

-¿¿¿POR QUÉ TE REHÚSAS A ESCUCHARME???-

-¡PORQUE NO EXISTES!-

Y así, la voz se enfrentó a una crisis existencial y dejó de hablar para siempre.

Adiós, mi buen amigo.


Comentarios