Un arma contra la depresión: El ejercicio (experiencia)

¡PERÚ CLASIFICÓ A UN MUNDIAL DESPUÉS DE 36 AÑOS! ¡QUÉ FELICIDAD!

Bueno, algunas veces las ocasiones más felices pueden significar que te sientas aún más triste.

Después de ver el partido en mi casa, me fui a mi cuarto (obviamente ronco por gritar los goles) y me puse a revisar las redes sociales. Vi como 20 veces los goles en Youtube y vi que casi todos mis amigos estaban celebrando en bares, discotecas, en la calle, etc, etc.

Fue en ese momento que caí en la cuenta. "¿Y yo dónde estoy?" En mi habitación, solo, mirando toda esa algarabía por una pantalla. Una amiga me dijo que vaya a una discoteca a celebrar, ¿pero cómo lo hacía si no había ningún alma en la calle?

Me deprimí mucho. Sentí que quizás en el día más alegre de mi vida, me encontraba muy triste y eso no era justo. No tenía amigos con quién celebrarlo y a pesar de que tenía a mi familia (que para quiénes me conocen saben que los quiero muchísimo), todos se habían ido a dormir. Quería experimentar esa felicidad como la veía en las fotos y videos de mis amigos, pero lamentablemente en ese momento, no fue posible. Mis mejores amigos no estaban en la ciudad y pues los demás estaban celebrando por su lado. Como dije, esto me deprimió mucho.

Al día siguiente, todo fue medio gris. Ya no te sientes tan mal pero tampoco te sientes bien. Estaba en el estado neutral. Todo el día la pasé así, sin expresión, hasta que recordé que a las 7 pm tenía que ir al gimnasio a hacer crossfit.

Al comienzo no quería ir, tenía mucha flojera (típico de las situaciones tristes) y quería quedarme a dormir en mi cama. Pero decidí ir porque ya había pagado el mes y pues la economía no está como para desperdiciar la plata así nomás.

Agarre mi mochila y mi botella de agua y me fui al gimnasio.

Fue la mejor decisión del día.

¿Por qué?

Porque ese día nos sacaron la mierda en el gimnasio.

Y me sentí de lo mejor.

Me di cuenta de algo ese día.

El ejercicio es genial.

Ya he cumplido un mes en el gimnasio y no puedo evitar sentirme bien. Muy bien. Siento que he bajado un poco de peso (un poquiiiito pero igual), cuando me veo al espejo ya no me da vergüenza. Trato de sacar pecho, pararme recto y sonreír. Cuando salgo a la calle, empiezo a caminar con más confianza (tampoco me creo un Brad Pitt o algo así, pero por ahí vamos). Respiro y me siento bien.

Cuando estoy haciendo los ejercicios, toda preocupación, problema, sentimiento o idea que estaba o podría estar en mi cabeza en ese momento, se disipa. Me concentro solamente en hacer bien los ejercicios (y no morirme). Bueno, lo admito, también me pongo a pensar en que si la chica que está a mi costado tiene novio (Sí lo tiene, ya para la próxima será).

En este pequeño post quiero recomendarle a todas esas personas que están deprimidas por algo, traten de hacer ejercicio. Si pueden ir al gimnasio, vayan. Si pueden salir a correr, corran. Si pueden ponerse a ver una rutina de ejercicios de Youtube para hacerlos, háganlo. Distraigan su mente con el ejercicio.

Desecharán las ideas nocivas de su cabeza y bajarán de peso en el camino. Además que preparan su cuerpo para el verano. Es una ganga, ¿no creen?


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